martes, 14 de diciembre de 2010

PREMIO VARGAS LLOSA


Traemos aquí el brindis de MARIO VARGAS LLOSA en la Ceremonia de entrega de los Premios Nobel en Estocolmo. Brindemos con él por el pasado, el presente y el futuro de nuestra Lengua y de nuestra Literatura. Salud.

"Majestades, altezas, excelencias, señores, señoras:
Soy un contador de historias y, por lo tanto, antes de proponerles un brindis, voy a contarles una historia.
Érase una vez un niño que a los cinco años aprendió a leer. Eso le cambió la vida. Gracias a los libros de aventuras que leía, descubrió una manera de escapar de la pobre casa, del pobre país y de la pobre realidad en que vivía, y de trasladarse a lugares maravillosos, espléndidos, con seres bellísimos y cosas sorprendentes donde cada día, cada noche, significaba una manera más intensa, aventurera y novedosa de gozar.

Gozaba tanto leyendo historias que, un día, este niño, que ya era un joven, se dedicó también a inventarlas y escribirlas. Lo hacía con dificultad pero, al mismo tiempo, con felicidad y gozando cuando escribía tanto como cuando leía.

Sin embargo, el personaje de mi historia era muy consciente de que una cosa era el mundo de la realidad y otra, muy distinta, el mundo del sueño y la literatura y que éste ultimo sólo existía cuando él leía y escribía. El resto de tiempo, se eclipsaba.

Hasta que en un amanecer neoyorquino el protagonista de mi cuento recibió una sorpresiva llamada en la que un señor de apellido impronunciable le anunció que había recibido un premio y que tendría que ir a recibirlo a una ciudad llamada Estocolmo, capital de un país llamado Suecia (o algo así).
Mi personaje comenzó entonces, maravillado, a vivir, en la vida real, una de esas experiencias que, hasta entonces, sólo existían para él en el dominio ideal e irreal de la literatura. Todavía sigue allí, desconcertado, sin saber si sueña o está despierto, si aquello que vive lo vive de verdad o de mentiras, si esto que le pasa es la vida o es la literatura, porque los límites entre ambas parecen haberse eclipsado por completo.

Queridos amigos, ahora ya puedo proponerles el brindis prometido.

Brindemos por Suecia, ese curioso país que parece haber conseguido, para ciertos privilegiados, el milagro de que la vida sea literatura y la literatura vida.

¡Salud y muchas gracias!

viernes, 3 de diciembre de 2010

TIPOS DE DIALOGO

LAS MODALIDADES DISCURSIVAS DEL RELATO. LA VOZ DE LOS PERSONAJES

Un rasgo característico del relato es la pluralidad discursiva, pues pueden hallarse fragmentos de descripciones para mostrar cómo es el espacio de la acción o cómo son los personajes; narraciones para relatar lo que hacen los personajes; y fragmentos dialogados para reproducir lo que dicen los personajes del relato. Dejando al margen la descripción, en un relato pueden hallarse como modos discursivos:

# TEXTO NARRADO: el narrador refiere con sus palabras lo que hacen los personajes, sin mostrar lo que dicen:

"La ciudad estaba pendiente de la decisión de Ana. En el casino se hacían apuestas sobre el probable casamiento de Ana con Don Víctor. Con vergüenza, ella dio a conocer su propósito un mes más tarde"

# ESTILO INDIRECTO: El narrador introduce lo que dicen los personajes -pero en ningún momento hablan por sí mismos- sin marcar con signo alguno sus palabras; en cambio, se ve obligado a utilizar la conjunción "que", precedida de un verbo de comunicación verbal (decir, gritar, murmurar, confesar...)

"La ciudad estaba pendiente de la decisión de Ana. En el casino se hacían apuestas. Por fin, Ana dijo que se casaría con Don Víctor. Con vergüenza, dio a conocer su propósito un mes más tarde".

# ESTILO INDIRECTO LIBRE, se elimina el nexo dijo que entre narrador y personaje. El lector oye la voz del narrador, pero éste se acerca a la visión del personaje. A veces, se recurre a las comillas, la letra cursiva o cualquier otro recurso tipográfico :

"La ciudad estaba pendiente de la decisión de Ana. Se casaría con Don Víctor".

# ESTILO DIRECTO. El narrador transcribe la conversación de los personajes escribiendo literalmente sus propias palabras y, con los verbos adecuados, nos indica quién habla en cada momento:

"Toda la ciudad estaba esos días pendiente de su decisión. Ana, finalmente, un mes más tarde dijo: «Me casaré con Don Víctor»". Sin embargo, el estilo directo tiene más variantes:

# ESTILO DIRECTO LIBRE: Sin anunciarlo previamente (no hay nexos introductorios, guiones, etc.), el narrador cede su voz y su visión a las del personaje por un momento:

"Toda la ciudad estaba esos días pendiente de la decisión de Ana. «Me caso con él». No se supo nada hasta unos días después".

# MONÓLOGO: Voz y visión del personaje, pero el narrador aún está presente ordenando de forma lógica el discurso. El narrador es aún perceptible por el lector:

"La ciudad está pendiente de mi. No sé qué hacer. No le quiero. Pero es muy rico. Sí. Me casaré con Don Víctor. Los demás pueden decir misa".

# MONÓLOGO INTERIOR o FLUJO DE CONCIENCIA: El narrador desaparece totalmente: el discurso de los personajes discurre libremente. Para seguir el pensamiento del personaje, el lector ha de ordenarlo de forma lógica:

"No sé qué hacer. Que digan lo que quieran. Sí, me casaré. Todos pendientes de mi. Cretinos. No le quiero. Es muy rico..."

martes, 23 de noviembre de 2010

LA NARRACIÓN

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